• La nave espacial Odysseus, de la empresa privada Intuitive Machines, alunizó el 22 de febrero. Se trata de la primera vez que un vehículo estadounidense se instala en la Luna desde 1972.
• Tan pronto hizo contacto con la superficie lunar, el módulo de aterrizaje tropezó con un cráter erosionado y cayó de lado.

LA ODISEA TERMINÓ MAL. El jueves 29 de febrero, a la hora del té, Intuitive Machines publicó en X/Twitter: “Antes de que se agotara su energía, Odysseus completó una adecuada transmisión de despedida. Recibida hoy, esta imagen del 22 de febrero muestra la Tierra creciente como telón de fondo, un sutil recordatorio de la presencia de la humanidad en el universo. Buenas noches, Odie. Esperamos volver a saber de ti.”

Pero no se volvió a saber de Odysseus, la nave espacial que envió Intuitive Machines —una empresa privada con sede en Houston (Texas)— a la Luna con un apoyo de la NASA de 118 millones de dólares. 

Cuando alunizó, una semana antes (el 22 de febrero), Odysseus (Odiseo, Ulises, el mítico héroe griego) se convirtió en el primer vehículo estadounidense que se estacionaba serenamente en nuestro satélite natural desde que se terminaron las misiones Apolo, hace más de 50 años.

No obstante, tan pronto la nave hizo contacto con la superficie lunar, se tropezó en un cráter erosionado cerca del polo sur y se cayó de lado, interrumpiendo las comunicaciones. Al día siguiente, Intuitive Machines afirmó que el problema se debió a un error humano.

En Threads (la alternativa de Instagram a lo que era Twitter), CoffeeWithTheClassics se burló: “NASA, bautizaste a tu nave espacial con el nombre de Odiseo. Todos podríamos haberte dicho que esto sucedería”, y añadieron: “Typical ‘polytropos’ Odysseus”. Se refieren a esa cualidad de Ulises de ser el aventurero, el nómada, ciudadano del mundo. Homero llamó a Odiseo “politropos”: de muchos giros, retorcido.

¿QUÉ NOS PASÓ?

Inesperadamente, hoy somos mucho menos hábiles para alunizar que hace 50 años. Esta misión (llamada IM-1) es una de varias contratadas por la NASA dentro de su programa Commercial Lunar Payload Services (Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar). La primera, de la empresa Astrobotic, fue lanzada en enero, pero su nave Peregrine sufrió una fuga de combustible y su módulo de aterrizaje debió ser destruido en pleno vuelo.

El módulo de aterrizaje lunar japonés SLIM se fue de bruces cuando realizó su histórico alunizaje hace un par de meses. De todas maneras, convirtió a Japón en el quinto país capaz de alunizar serenamente en la Luna, tras Estados Unidos, la Unión Soviética, China e India.

“El alunizaje suave es un desafío porque implica navegar en un terreno inestable con un desfase de varios segundos en la comunicación con la Tierra, y utilizar los propulsores sin la presencia de una atmósfera que soporte paracaídas”, reflexiona la periodista Francisca Prieto en Emol.

Un cohete Falcon 9, de SpaceX, fue el que lanzó a Odysseus. El jueves 14 de marzo, SpaceX lanzó al espacio su Starship (el cohete más grande del mundo) y lo vio regresar a la Tierra en pedazos. Cuando la nave hacía su reingreso a la atmósfera terrestre, los controladores de la misión perdieron contacto con ella.

Después de los fracasos, hablan de aprendizajes. Intuitive Machines afirmó ayer que algunas cosas (como el desempeño de la cámara en la Luna) solamente se podían probar en el espacio.

(CRÉDITO FOTOGRAFÍA: INTUITIVE MACHINES)