24/09/2024
HA QUEDADO DEMOSTRADA LA IMPORTANCIA DE UN BUEN CELULAR. Sobre todo si es un iPhone de última generación.
El lunes 9 de septiembre Apple dio a conocer su nueva línea iPhone 16. Son cuatro modelos: iPhone 16, iPhone 16 Plus, iPhone 16 Pro y el iPhone 16 Pro Max, que es el non plus ultra. Los dos últimos tienen pantallas más grandes y el procesador A18 Pro, especialmente preparado para la Inteligencia Artificial (IA).
No ha habido mucha demanda por el nuevo dispositivo, disponible desde el viernes en sesenta países. Según CBS News, el poco interés se debe a que no viene el atributo más cacareado: la famosa IA, que Apple llama “Apple Intelligence”. (Allison Morrow observó, en CNN Business, que en el evento “ It’s Glowtime” —Hora de brillar— las dos palabras que nunca se mencionaron fueron “Inteligencia Artificial”.)
“Uno de los factores clave para la demanda menor de lo esperada en el caso de la serie iPhone 16 Pro es que su mejor argumento de venta, la Apple Intelligence, no está disponible al momento de su lanzamiento”, escribió el analista Ming-Chi Kuo, de TF International Securities. (La AI sí estará disponible —en una versión beta— durante las próximas semanas.)
¿Por qué un 16 es mejor que un 15? ¿Hay tanta diferencia como para invertir los 1.200 dólares que cuesta el iPhone Pro Max en Estados Unidos? La reportera Amy Skorheim, de Engadget, responde que el nuevo botón que activa la cámara (en inglés, “ Camera Control”) es una razón suficiente para invertir. Se trata de un botón físico que va al lado derecho.
Pero la pregunta más profunda la trajo la BBC: ¿tenemos que cambiar de celular todos los años?
“Lo que está ocurriendo es que las personas se apegan a sus celulares por más tiempo. En 2013, se vendían 30 millones de teléfonos anualmente. Este año, serán alrededor de 13,5 millones”, señaló Ben Wood, de la consultora CCS Insight.
¿Qué sentido tiene comprar el último smartphone?, plantea Zoe Kleinman, editora de Tecnología en la BBC, celebrando los recientes lanzamientos del Pixel 9 (de Google), del iPhone 16 (de Apple), del Mate XT (de Huawei, que no solo se dobla, sino que lo hace dos veces, como un tríptico).
Todos estos productos son carísimos, y su valor aumenta si crece su capacidad de almacenamiento. Por ejemplo, el Mate XT comienza en 2.800 dólares, pero la versión de un terabyte supera los 3.300 dólares. La versión de un terabyte del iPhone 16 Pro Max vale 2 millones de pesos…
(En PCMag opinan que no es necesario endeudarse para ostentar el celular más avanzado; recomiendan otros teléfonos “baratos” de alto rendimiento, como el iPhone SE, de Apple.)
La crónica de Zoe Kleinman trae párrafos notables, como éste: “El patrón de Apple, Tim Cook, prometió que el iPhone 16 ‘redefiniría lo que un smartphone puede hacer’, lo que sea que eso signifique. El vicepresidente de Gestión de Productos de Google, Brian Rakowski, se deshizo en elogios sobre el ‘impresionante’ diseño del ‘magnífico’ Pixel 9 (para mí, todavía se parece mucho a un rectángulo negro)”. Ella advierte que una tendencia no menor es que muchas personas están tratando de alejarse de los smartphones… En Eton, el exclusivo colegio inglés, a los alumnos les cambian los teléfonos inteligentes por “ teléfonos tontos”. Éstos solamente realizan las funciones básicas y tienen muy poca capacidad de almacenamiento.
(¿No será más inteligente tener un “teléfono tonto”, con muy poca capacidad de almacenamiento?)