21/08/2024
Funcionan a unos 20 mil metros de altura sobre la Tierra —en forma de globo, dirigible o aeronave de ala fija— y son capaces de superar la conectividad, la cobertura y el rendimiento de las torres terrestres y de los satélites, especialmente en zonas remotas. Han existido HAPS desde los años 90. Algunos ejemplos comerciales son los proyectos Airbus Zephyr, Stratobus (de Thales) y Boeing Aurora. Facebook tuvo un proyecto (Aquila), que después descontinuó. Estos sistemas también se han utilizado con fines militares.
La infraestructura de HAPS está preparada para brindar acceso a Internet a más de 2.600 millones de personas en 100 países sin conectividad, creando oportunidades para la educación y el crecimiento económico. Además de ayudar a cerrar la brecha digital, los HAPS son rápidos de desplegar, por lo que podrían ser vitales durante emergencias.
Esta es la duodécima versión del estudio del Foro Económico Mundial. En la del año pasado, brillaron los “ fagos de diseño” y las “ómicas espaciales”.
El nuevo informe destaca también las superficies inteligentes reconfigurables (RIS), que optimizan los enlaces de comunicaciones inalámbricas cambiando de forma dinámica con el fin de controlar y manipular las ondas electromagnéticas. Las RIS pueden convertir paredes y superficies ordinarias en componentes inteligentes de una red inalámbrica. Se pueden utilizar tanto en interiores como en exteriores, incluidas oficinas, aeropuertos, centros comerciales, farolas y vallas publicitarias, y pueden adoptar cualquier forma.
Las tecnologías que enfrentan la crisis climática ocupan un lugar destacado entre las prometedoras. Como la tecnología elastocalórica, que se refiere a sistemas de calefacción que operan de manera similar a los músculos humanos. Las bombas de calor que utilizan materiales elastocalóricos (como el níquel y el titanio) emiten calor cuando se aplica tensión mecánica y se enfrían cuando la tensión se relaja. Son más eficientes que los sistemas tradicionales de calefacción y refrigeración.
En plena crisis climática, los microorganismos han demostrado ser un recurso valioso. Son capaces de capturar los gases de efecto invernadero (GEI) y convertirlos en productos valiosos, como biocombustibles.
Por último, aunque los trasplantes salvan vidas, no hay suficientes órganos para satisfacer la demanda. Recientes avances en manipulación genética (como CRISPR-Cas9) pueden cambiar esta situación. La implantación con éxito de órganos genéticamente manipulados significará un avance importante en la atención de salud.
“Las organizaciones toman mejores decisiones cuando comprenden los factores que configuran el futuro. El informe identifica tecnologías que pueden influir significativamente en las sociedades y las economías”, afirmó Jeremy Jurgens, director ejecutivo del Foro Económico Mundial y responsable del Centro para la Cuarta Revolución Industrial.