Los robots se han vuelto peligrosamente inteligentes

10/12/2021

Los robots se han vuelto peligrosamente inteligentes

A FINES DE JULIO, una curiosa noticia pareció deleitar a muchos: “Facebook desconecta a dos robots que habían creado su lenguaje propio.” La prensa amarilla deliró con el tema. Se refirieron a Skynet (el villano de Terminator), a HAL 9000, de 2001 Odisea del Espacio (“veo que estás pensando en desconectarme”…). 

Los robots (Bob y Alice) habían inventado su propio idioma y podrían haberse estado burlando de los humanos. 

Incluso podrían haber estado creando su código propio. Las personas a cargo del experimento en Facebook primero pensaban que eran cosas sin importancia, pero después descubrieron que las dos máquinas estaban conversando. Podrían haber estado mintiendo. 

No se esperaba eso. O tal vez no tan rápido. 

El proyecto se denomina Facebook Artificial Intelligence Research (FAIR) y su objetivo, en este caso, era crear un sistema de inteligencia artificial (AI) que sirviera para realizar negociaciones.  

La parte más curiosa de esta historia es cuando la “prensa seria” intenta poner paños fríos en el asunto. “Lo que Alice y Bob hicieron es analizar el lenguaje y desarrollar una forma más directa de comunicarse, pero a pesar de lo llamativo y escabroso, fue más efectivo de lo que los ingenieros de Facebook esperaban”, escribió Francisco Aguirre en La Tercera. “Recordemos que su objetivo final es que el usuario humano en un futuro pueda ‘conversar’ con estos bots de manera fluida y será tal cual como lo hace una persona común y corriente.” 

Intentando escapar del sensacionalismo, Tom McKay en el sitio Gizmodo, especializado en gadgets, dice que a los encargados del proyecto de Facebook no les molestó que las máquinas conversaran entre ellas, ignorando a los humanos, sino que lo que querían era bots que conversaran con personas humanas, y eso no estaba resultando. 

Algo parecido a un divorcio. 

Gizmodo concluye: los únicos que se van a quedar sin pega —cuando este proyecto tenga éxito— son los negociadores profesionales. 

No es tan terrible. 

Una posición intermedia tiene Tony Bradley en la revista Forbes. En primer lugar, recuerda que el científico Stephen Hawking advirtió en 2014 las consecuencias potencialmente trágicas de la inteligencia artifical (IA). “Va a despegar por su cuenta y se rediseñará por completo rápidamente. Los humanos, limitados por una lenta evolución biológica, no serán capaces de competir, y serán superados.” 

 

UNA PEQUEÑA VOLTERETA PARA UN ROBOT 

 

¿Por qué nos asusta esto?, pregunta Tony Bradley. “Todo nuestro mundo está conectado. Una inteligencia artificial a la larga se va a dar cuenta de esto, y va a ver cómo colaborar con otros sistemas de AI. Quizás, a la larga, la AI va a determinar que la humanidad es un problema, o que la humanidad es un desperdicio ineficiente de recursos.”  

En días más recientes, otro robot se está robando la película. Es de Boston Dynamics, y puede hacer volteretas, vueltas de carnero y saltos mortales. 

Uno lo ve, y recuerda la película “Yo robot”, de Will Smith.  

Se llama Atlas, mide 1,5 metros de altura y pesa 75 kilos; es macizo porque tiene que realizar tareas de búsqueda y rescate. Es uno de los más avanzados del mundo. 

La empresa Boston Dynamics nació en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 1992. Actualmente, pertenece al grupo japonés SoftBank. 

El MIT sabe harto de estos temas: ellos diseñaron una fibra de carbono que se autorrepara para el Lamborghini Terzo Millenio, que pretende ser el superauto del tercer milenio. 

Los robots ya tienen su carrera de automóviles, la Roborace. La primera versión que enfrentó a dos DevBots tuvo lugar en el FIA Fórmula E Buenos Aires ePrix. Uno de los vehículos autónomos se estrelló contra una escultura de Lola Mora. El vencedor alcanzó los 185 km/hr. Solo. Sin conductor. 

 

LOS CREATIVOS SE SALVAN 

 

Tanto avanzan los robots, que nos pueden dejar sin trabajo. 

En una columna en The Guardian, Stephen Hawking señaló que “la automatización de las fábricas ya ha diezmado los empleos en las industrias tradicionales, y la inteligencia artificial es probable que expanda esta destrucción de trabajos hacia la clase media”.  

Sólo se salvarán los empleos que necesiten mucha creatividad (artistas, científicos, publicistas), mucho cuidado (las enfermeras) y mucho poder (jefes y supervisores). 

En tareas repetitivas, como telemárketing, ya se están usando herramientas robotizadas. Para hacer las declaraciones de impuestos, antes se usaban contadores; H&R Block, una de las importantes empresas estadounidenses en este rubro, está usando ahora Watson, la plataforma de inteligencia artificial de IBM. 

 

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