• No solo de cobre podría vivir Chile, sino que también de muchos otros minerales que salen de sus entrañas: tierras raras, cobalto, zinc, níquel, manganeso, vanadio… Las posibilidades las analiza el libro “ChilePolimetálico”.

ES UN HECHO QUE, a través de la historia, nuestro país no ha podido diversificar su matriz de productos mineros: se ha centrado en el cobre, sus subproductos y minerales extraídos de los salares (como el litio).

Esto podría significar no aprovechar oportunidades de nuevos negocios, plantea el libro “ChilePolimetálico: Diversificando la minería chilena”, que fue presentado el jueves 15 de abril.

Se espera una alta demanda futura de nuevos metales y minerales impulsada por aplicaciones tecnológicas. Muchas requieren minerales y metales que no son tradicionalmente explotados en el país como el cobalto, tierras raras y titanio.

“Aunque era un proyecto ambicioso generar una propuesta que involucre a todos los socios, este es el puntapié inicial para diversas líneas de acción en las que podemos trabajar”, comentó Katrina Matamala, líder de Gestión del Proyecto. Ella es una de las autoras —junto a Carlos Muñoz y Guillermo Olivares (todos ellos de Corporación Alta Ley)— del libro de 46 páginas.  

ChilePolimetálico es un Proyecto de Bien Público, financiado por la Corfo. Comenzó a fines de 2018, y busca contribuir al desarrollo de una minería chilena más diversificada que considere la recuperación de Elementos de Valor Mineral No Tradicionales (EVNT).

El proyecto es desarrollado por la Corporación Alta Ley por mandato de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) y con el apoyo de un Comité Técnico en el que participan representantes de la Comisión Minera, Sonami, Minnovex —y sus empresas socias I-Axion y Proter— junto al Ministerio de Minería, el Sernageomin y las empresas 3B-Tech e iProcess.

Pretende proporcionar información estratégica que permita valorizar recursos minerales no tradicionales para incentivar la inversión en Chile. El afán es convertirse en un referente en la recuperación de EVNT y en la demanda de bienes y servicios producto de la inversión en este tipo de minería.

ATENCIÓN CON LAS TIERRAS RARAS

Fundamentalmente, busca responder la siguiente pregunta: “¿Cómo podría Chile diversificar su matriz productiva minera más allá del cobre, sus subproductos y aquellos minerales extraídos de los salares?”.

Están surgiendo nuevas necesidades: la electromovilidad, la generación de energías renovables, el almacenamiento de la energía…

“Se espera que en el futuro exista una fuerte demanda de minerales estratégicos para hacer realidad las actuales tendencias tecnológicas sostenibles, como la electromovilidad y la generación de energías renovables”, señaló Fernando Lucchini, presidente de la Corporación Alta Ley, en la introducción del libro. “No sólo hablamos de cobre o de litio, sino que, además, de otros elementos como el níquel, las tierras raras o el zinc”.

Las tierras raras (REE, Rare Earth Elements) son un grupo de quince elementos químicos —los lantánidos—, más itrio y escandio. La Unión Europea y los Estados Unidos las han considerado de importancia crítica y estratégicas por su importancia en el desarrollo de energías limpias. Presentan propiedades fundamentales para el desarrollo de la industria tecnológica.

Según el buen sitio de ChilePolimetálico, el proyecto Minero El Cabrito (en la comuna de Penco) es el primero en Chile que busca entrar en el mercado de las tierras raras.