06/04/2021
CHILE ES UN EJEMPLO de la apuesta por las energías renovables en Latinoamérica, según la organización REN21, que lamenta la falta de voluntad política en la región para trazar metas más ambiciosas, pese a los graves problemas de contaminación en sus ciudades.
Lo destacó Rana Adib, directora ejecutiva de REN21, a la agencia EFE en la presentación el jueves 18 de marzo de su segundo informe anual centrado en las políticas de las ciudades, responsables del 75% de las emisiones de CO2.
La Red de Políticas de Energía Renovable para el Siglo XXI (REN21) es un grupo de expertos que estudia las políticas de energías renovables. Su objetivo es facilitar el desarrollo de políticas, el intercambio de conocimientos y la acción conjunta hacia una rápida transición global a las energías renovables.
El informe analiza los compromisos para generar energía limpia y reducir las emisiones de las ciudades en todo el mundo. En Latinoamérica, se centra en Argentina, Brasil, Chile y México.
“No es cierto que las energías renovables sean la opción más cara”, señaló Rana Adib. “De hecho, es la opción menos costosa para la generación de energía”.
Chile triplicó su inversión en renovables en 2019 respecto a 2018, hasta llegar a casi 5.000 millones de dólares. Esto lo convierte en uno de los líderes de la región en cuanto a inversión en energías renovables: Brasil aumentó un 74% hasta 6.500 millones de dólares; México, un 17% hasta 4.300 millones de dólares, y Argentina, un 18% hasta 2.000 millones de dólares.
REN21 destaca que Santiago tiene un ambicioso plan para favorecer los vehículos eléctricos y reducir la participación de los más contaminantes.
Rana Adib le dijo a EFE que Chile, gracias a la inversión en energías renovables, “tiene enormes oportunidades para la creación de empleos”, y destacó al país por su estrategia de atracción de los inversionistas extranjeros.
El documento también resalta la electrificación del transporte. Dice que ha sido una tendencia en Chile, con el desarrollo de un plan de infraestructura que permitirá avanzar con la introducción de la electromovilidad en todas las regiones del país. “En 2020, Santiago anunció un objetivo para electrificar 4.250 de sus 6.600 autobuses para fines de 2021”, dice el informe, que compara estos avances con los de Delhi, Los Angeles y Seúl.
Algunas de las ciudades más pobladas de América Latina —incluidas Bogotá y Sao Paulo— han comenzado a electrificar sus flotas de autobuses para abordar las preocupaciones locales sobre la calidad del aire. A fines de 2020, se estimaba que 1.229 autobuses eléctricos estaban en funcionamiento en diez países de la región. “Santiago, con 452 autobuses eléctricos, supuestamente tenía la flota de autobuses urbanos eléctricos más grande fuera de China”, señala el informe.
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