El papel del cobre en un mundo más sustentable

18/01/2021

El papel del cobre en un mundo más sustentable

  • El metal rojo es fundamental para una sociedad moderna que precisa un futuro más ecológico. Aborda algunos de los mayores retos actuales, como la disponibilidad de energía limpia y asequible y el desarrollo urbano amigable.


EL COBRE ES UN COMPONENTE ESENCIAL de la vida cotidiana actual. Se encuentra en todas partes: en los celulares, en los techos, en la calefacción, en el cableado eléctrico de los hogares. En las baterías de los autos eléctricos cada vez más abundantes.

Se le necesita para la generación y la transmisión de energía, para los electrodomésticos (como el aire acondicionado y los televisores); para la maquinaria industrial. Su combinación única de propiedades lo ha convertido en un elemento fundamental para el desarrollo de la humanidad: es resistente a la corrosión, extremadamente maleable y un conductor excepcional del calor y de la electricidad; por esto, es un insumo clave para el uso eficiente de la energía y de las tecnologías ecológicas. Sus características superiores lo harán indispensable para los edificios más ecológicos del futuro.

El cobre contribuirá a ciudades más inteligentes y limpias.

Como los costos han disminuido, la energía solar fotovoltaica y la energía eólica son ahora tan competitivas desde el punto de vista económico como las fuentes de energía tradicionales. Esto está impulsando la adopción de estas tecnologías ecológicas por sobre las basadas en combustibles fósiles en los países desarrollados y en aquellos en vías de desarrollo.

Muchos países han establecido objetivos de “descarbonización” en virtud del Acuerdo de París. Esto no sólo beneficiará al medio ambiente, sino que también al cobre. La electrificación cada vez mayor y, especialmente, los nuevos proyectos solares y eólicos serán impulsores claves del crecimiento de la demanda de cobre. El presidente Piñera asumió “el compromiso de transformar a nuestro país en un país carbono neutral antes del año 2050”.

La generación de energía renovable es hasta cinco veces más intensiva en cobre que la energía convencional porque es más descentralizada y requiere que varias unidades más pequeñas estén conectadas a la red principal, según una investigación de la consultora Calamos. Una sola turbina eólica terrestre requiere más de cuatro toneladas de cobre.

“Las iniciativas ecológicas en todo el mundo también le entregan un fuerte respaldo al cobre”, escribió Sarah Max en Barron’s. “El Pacto Verde Europeo, el ambicioso plan climático de Joe Biden, y el objetivo de China de neutralizar las emisiones de carbono para el año 2060 apuntan a un aumento de la demanda de cobre”.

EL ÉXITO DE LA ELECTROMOVILIDAD

La adopción de vehículos eléctricos más rápida de lo esperado también está siendo impulsada por estándares ambientales más estrictos para restringir las emisiones de CO2 y combatir la contaminación atmosférica. Los Gobiernos establecen objetivos cada vez más estrictos para eliminar o prohibir la venta de automóviles convencionales y dar incentivos a los compradores de automóviles para que sean ecológicos.

Las flotas de autobuses eléctricos son pioneras en China. En Shenzhen, todos los buses de transporte público son eléctricos. En Sudamérica, se ha producido una competencia entre dos de los líderes mundiales: Colombia y Chile. Bogotá acaba de adjudicar 596 buses eléctricos, con lo que la capital colombiana alcanza a 1.485 vehículos. Nuestra capital tiene 973 electrobuses.  

El Reino Unido avisó en noviembre que pondrá fin a la venta de nuevos autos a gasolina y diésel en 2030 (cinco años antes de lo planificado anteriormente). Será el primer país G7 en descarbonizar el transporte por carretera. Se permitirá que las ventas de nuevos vehículos híbridos continúen hasta 2035.

Es una buena noticia para el cobre. Los vehículos eléctricos contienen en promedio hasta casi cuatro veces la cantidad de cobre que los convencionales debido a su uso en baterías, cableado de alta tensión, bobinados y rotores. Las estaciones de carga también impulsarán la demanda. Copec —dueña de la red de carga Voltex— se comprometió a consolidar para el año 2030 la infraestructura de carga eléctrica más grande del país, que permita el desplazamiento de estos vehículos desde Arica a Punta Arenas.

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el número de autos eléctricos en las calles llegará a 125 millones en una década. Esto significa que se necesitarán 12 millones y medio de puntos de carga públicos para esa fecha (se calcula un punto de carga por cada diez autos eléctricos).

Mining.com estimó que para el año 2030 la electromovilidad requerirá 250% más de cobre solamente para las estaciones de carga. La consultora WoodMac calcula que habrá más de 20 millones de puntos de carga para ese mismo año.

En Chile, según Electromaps, hasta el 17 de enero, había 92 puntos de carga.

Compartir esta noticia

icono compartir facebook icono compartir twitter icono compartir whatsapp