Usemos cobre para las instalaciones de atención al público

06/05/2020

Usemos cobre para las instalaciones de atención al público

  • En medio de la crisis actual, se le debería prestar más atención al cobre, por sus propiedades biocidas y antimicrobianas. Así lo piensa el profesor Marcos Flores, de la Universidad de Chile, experto en superficies.


ESTAMOS VIVIENDO una terrible pandemia mundial. No sabemos cómo controlarla, pero ensayamos muchas maneras. De ahí, las necesarias restricciones de distanciamiento social. La idea es evitar la primera vía de transmisión: por el aire.

Menos atención se ha prestado a la estabilidad del nuevo coronavirus en las superficies como vehículo de transmisión.

Sobre este tema, solamente se han establecido protocolos de limpieza con distintos agentes (como el amonio cuaternario).

¿Qué pasaría si dejamos que las “superficies” expresen sus propiedades?, pensó el académico Marcos Flores, profesor del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM).

Una de las especialidades de Flores —quien obtuvo un doctorado (Ph.D.) de la Universidad Técnica Federico Santa María en 2006, tras titularse en la Universidad de Concepción en el año 2000— es qué pasa con las superficies: la interacción de los iones altamente cargados con las superficies, la protección de las superficies contra la corrosión y la biocorrosión; la formación de nanoestructuras en la superficie.

Dice: “Es un hecho bien conocido que los microorganismos se pueden desarrollar en algunas superficies por sobre otras, ya que estas les brindan las condiciones necesarias para su proliferación. No obstante, desde otro punto de vista, existen superficies de materiales (especialmente metálicas), sobre las cuales se inhibe su crecimiento”.

Si se realiza una búsqueda en Internet acerca del uso del cobre en cuidados hospitalarios, se consiguen más de 38 mil estudios. Se han destacado sus propiedades biocidas, antimicrobianas, su capacidad de matar bacterias y hasta de neutralizar virus.

“Si bien históricamente se ha utilizado mucho el acero inoxidable (por su durabilidad), tal como existen también varios argumentos a favor de plastificar las superficies para aumentar su uso, ahora —en tiempos de pandemia— se le debería prestar más atención a nuestro metal rojo”, destaca el profesor Flores, quien, además, es investigador del Núcleo Milenio de materiales multifuncionales para la ciencia aplicada de superficies MultiMat.

 

DÉMOSLE UNA OPORTUNIDAD AL COBRE

Recientemente, un grupo de médicos e infectólogos publicó en la prestigiosa revista “The New England Journal of Medicine” un estudio en el que compara el tiempo de vida media del SARS-CoV-2 (o COVID-19) en distintas superficies. Concluyeron que las superficies de cobre son eficaces para matar el virus. Este tiene una vida media de poco más de 1 hora en el aire (en aerosol), pero este tiempo sube a casi 6 horas en superficies de acero, e incluso a 7 horas en una superficie plástica (polipropileno). Pero en las superficies de cobre este tiempo se reduce a casi 45 minutos. Es decir, el cobre reduce el tiempo de permanencia del COVID-19 en las superficies comparado con el acero o el plástico.

Si esto es así, “¿por qué no reintroducir el cobre en mesones de atención de oficinas, donde se recibe una alta cantidad de público?”, pregunta Flores. “¿Por qué no imponer su uso en las flamantes instalaciones médicas que se están inaugurando hoy en Chile?”.

Marcos Flores sostiene que es necesario dar impulso a la innovación en nanotecnología para el desarrollo y síntesis de nanopartículas de cobre que impregnen superficies que no pueden ser de este metal, como las mascarillas médicas e incluso las telas de confección.

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