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Andrew Keen enseñó a reparar la democracia en el Congreso Futuro

22/01/2021

Andrew Keen enseñó a reparar la democracia en el Congreso Futuro

  • El historiador de la Universidad de Londres dijo que el plan es regular, innovar y educar en el panel “Democracia en vivo” de la décima edición del seminario científico auspiciado por Antofagasta Minerals.


INTERESANTES REFLEXIONES SOBRE democracia, capitalismo y neoliberalismo realizaron el historiador londinense Andrew Keen y el economista estadounidense Joseph Stiglitz durante la tercera jornada del Congreso Futuro, el seminario científico auspiciado por Antofagasta Minerals.

“La gente ya no cree en la democracia”, dijo Andrew Keen. “La gente que ha sido dejada afuera del capitalismo del siglo XXI se rebela no sólo contra el capitalismo, sino que contra la democracia misma. Están dispuestos a sintonizar con las bandas de los Trumps del mundo porque sienten que los dejaron fuera”.

Perdieron la fe en la democracia y salieron a votar por estas “figuras antidemocráticas”.

¿Qué hacemos ahora?

Cómo arreglar la democracia no es solamente un problema de cómo arreglar la Internet, sino que de cómo arreglar el capitalismo. ¡Es un gran problema!, señaló Keen, y añadió la solución que ideó: “Para arreglar la democracia, necesitamos innovar, regular y educar”.

 

LA REGULACIÓN

“No estoy a favor de una solución estalinista o socialista del siglo XX, pero, claramente, la naturaleza no regulada del capitalismo de 2020 es un problema que debe ser enfrentado”, explicó el escritor nacido en Londres, pero que se estableció en California. “Se requiere la regulación. Es preciso conseguir que nuestra sociedad sea mucho más inclusiva. Necesitamos asegurarnos de que cada ciudadano tenga una oportunidad de hacer algo consigo mismo”.

O si no, es “la ley de la selva”.

“Cuando, a fines del siglo XVIII, salimos del régimen aristocrático, fue con la promesa de que cada uno tendría la oportunidad de triunfar”, señaló Keen. Pero lo que ha pasado, por el contrario, es que “estamos viviendo —sobre todo, en Occidente— en un sistema abiertamente aristocrático. Si naciste en una cuna de privilegios, permaneces en ella”. Vas a universidades caras y te beneficias de una maravillosa red de contactos.

Hace falta que la cancha sea pareja.

“Necesitamos una regulación que controle la economía, que controle la naturaleza del ‘ganador se lo lleva todo’ de las empresas de Silicon Valley como Google, Amazon, Apple, Facebook; del capitalismo actual”.

Por unos instantes, lo que plantea Keen se entrecruza con lo que señaló minutos antes Joseph Stiglitz, el Premio Nobel de Economía 2001, quien afirmó que la pandemia “exacerbó las desigualdades”, especialmente en las sociedades donde no existe un acceso universal al sistema de salud. “Estados Unidos, con el 4% de la población mundial, registra un 25% de los casos de coronavirus; eso se debe a que tenemos un muy mal sistema de seguridad social y a que no reconocemos la salud como un derecho humano básico”, observó Stiglitz. “La pandemia demostró las consecuencias de 40 años de neoliberalismo; las consecuencias de 40 años de denigrar la importancia del Gobierno y de la acción colectiva”.

Stiglitz destacó a los países que fueron eficientes para controlar la pandemia (Nueva Zelandia, Corea del Sur y Taiwán), que cuentan con instituciones fuertes y buena ciencia, pero también naciones en las cuales la confianza entre los Gobiernos y los ciudadanos juega un papel muy importante. “Los altos niveles de desigualdad debilitan la confianza. Eso explica los índices de polarización que hoy tiene Estados Unidos”.

 

LA INNOVACIÓN

Volviendo a Andrew Keen, el segundo punto que resaltó fue la innovación: “Debemos repensar la democracia en el siglo XXI, en la era digital. Es importante mirar lo que ha hecho Estonia, la primera verdadera democracia digital”. (Justamente, la charla siguiente del panel “Democracia en vivo” fue la de Anna Piperal, la embajadora de la “Estonia digital”.)

Keen planteó la conveniencia de las asambleas ciudadanas —como las que se han producido en Irlanda, Bélgica y Canadá— para comprometer más a las personas en el proceso de la creación de políticas. “Esto es esencial para hacer que las personas se entusiasmen más con la democracia”, dijo.

 

LA EDUCACIÓN

En todo caso, nada es más importante que la educación. “La democracia necesita una cantidad de educación que parece que hemos perdido en el siglo XXI”. Keen plantea que hemos sufrido una fuerte intoxicación con el “contenido generado por usuarios” que se entrega en YouTube, Facebook, Twitter… No hay que olvidar que Keen escribió en 2007 el libro “The Cult of the Amateur: How Today’s Internet Is Killing Our Culture” (“El culto al amateur: Cómo la Internet actual está matando nuestra cultura”).

“La clave está en conseguir ciudadanos más cohesionados y resilientes”, concluyó Keen. Esta es la base fundamental de la democracia. “Necesitamos redescubrir el entusiasmo, el compromiso de la ciudadanía; generar ciudadanos más fuertes y mejores”.

Al final, todo redunda en la “ciudadanía”.

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