08/10/2021
EN LOS ÚLTIMOS MESES hemos visto cómo muchos espacios de trabajo presencial en las empresas y servicios han comenzado a retomar su funcionamiento, luego de permanecer cerrados por la pandemia.
Este escenario abre el debate sobre los nuevos espacios laborales y las funcionalidades que tendrán los trabajadores en una era de nueva productividad. Desafíos como la atracción y retención de talento humano para una adopción acelerada de la automatización, la Inteligencia Artificial y otras tecnologías en la fuerza laboral son hoy el centro de la responsabilidad que llevará en sus hombros la denominada Generación Z.
Nacidos entre 1997 y 2012, también conocidos como “zoomers” o Gen Z, esta generación pronto superará a los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996) en cantidad de población. Es solo cuestión de tiempo antes de que esta enorme cohorte demográfica remodele los espacios de trabajo y las culturas empresariales.
En comparación con sus predecesores inmediatos, la Generación Z es única en varios aspectos. Sus miembros nacieron después del colapso del comunismo, y crecieron en una era marcada por el recuerdo de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y de la Guerra contra el Terrorismo. A medida que alcanzaron la madurez, fueron testigos del meteórico ascenso de China, así como de la expansión de una economía masiva y globalizada.
Destacan por ser una generación casi totalmente nativa digital. Y aclaramos que casi, porque los 100% nativos digitales provendrán de otra generación aún más nueva y que da para tema aparte, y nos referimos a la Generación Alfa (nacidos entre 2010 y 2025).
Los Z alcanzan la mayoría de edad en un mundo donde el contenido y la información se volvieron gratuitos, y donde los pedidos en línea se dan por sentado. Son hombres y mujeres que nunca han conocido un mundo sin Internet. Es la primera generación que nunca usó un teléfono fijo ni diskettes.
¿Cómo retener a una generación que constantemente desafía las metas y consume información de manera tan dinámica?
No hay una receta mágica de cómo lograr productividad con una generación de trabajadores en especial, pero sí es importante la identificación de factores que ayudarán a la Generación Z a adaptarse mejor.
La Generación Z está demostrando no ser fanática de los títulos de trabajo; será vital proporcionar métodos alternativos al liderazgo. Ellos han pasado mucho tiempo frente a la pantalla: anhelan la conexión en persona. En general, la Generación Z es muy diferente a sus contrapartes Millennials. Si bien aprecian la tecnología, tienen una mentalidad de crecimiento y valoran el propósito, están mucho más hambrientos de conexión humana y seguridad laboral. Esto significa que no serán desleales con su puesto de trabajo, pero es importante escuchar sus valores.
El desafío para las empresas será reconocer en la Generación Z su condición de ciudadanos globales socialmente responsables y centrarse en la calidad de trabajo evaluando metas y cambiando la forma de monitoreo de tareas. Una fuerza laboral llena de talentos, más dinámica y siempre conectada, pero con nuevas necesidades.
Cesar Mendes
Director de Recursos Humanos para América Latina
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