• El 95% de los jóvenes entre 13 y 17 años usa una red social. Un tercio de ellos las usa “casi constantemente”.  
• El uso excesivo de estas plataformas en la infancia puede aumentar el riesgo de una mala salud mental, advirtió la autoridad. 

FACEBOOK, TIKTOK, INSTAGRAM, TWITTER, REELS, HISTORIAS… parecen más entretenidos que la vida real. 

Eso puede tener riesgos.  

El martes 23 de mayo, la máxima autoridad de los Estados Unidos en materia de salud pública, el Dr. Vivek H. Murthy, emitió una advertencia pública sobre los riesgos del excesivo uso de redes sociales por parte de los adolescentes (entre 13 y 17 años). 

“Esto no se trata de que todos deban librarse de las redes sociales por completo, sino de asegurarnos de que protegemos a nuestros hijos de los daños”, señaló el Dr. Murthy.  

El informe de 25 páginas revela que el uso de redes sociales es prácticamente universal: el 95% de los jóvenes entre los 13 y los 17 años usa una red social, y un tercio de ellos las usa “casi constantemente”. 

MAYOR DEPRESIÓN Y ANSIEDAD 

Un tercio o más de las niñas que tienen entre 11 y 15 años expresan que se sienten “adictas” a ciertas plataformas de redes sociales; el problema de esto es que les genera muchos problemas mentales y de autoestima. 

Efectivamente, las redes sociales pueden estimular la falta de satisfacción con la imagen corporal propia, promover trastornos alimentarios, la comparación social y disminuir la autoestima, especialmente en las jóvenes. Cuando se les preguntó sobre este tema, el 46% de las adolescentes entre 13 y 17 años expresó que las redes sociales las hacen sentir peor. 

Además, alrededor del 64% de los adolescentes está “a menudo” o “a veces” expuestos a contenido que incita al odio. 

Los niños y adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales corren el “doble de riesgo de sufrir problemas de salud mental, incluidos síntomas de depresión y de ansiedad”. Esto es especialmente grave debido a que una encuesta reciente mostró que los adolescentes pasan una media de 3,5 horas al día en redes sociales.  

QUÉ SE PUEDE HACER 

La propuesta de la autoridad estadounidense es involucrar a todas las partes interesadas: a los responsables de la creación de políticas, a las empresas tecnológicas (como Meta, dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp), a los padres, a los propios niños y adolescentes y a los investigadores. 

Los padres podrían, por ejemplo, crear espacios libres de tecnología que ayuden a que los menores duerman mejor, enseñarles conductas responsables en línea y discutir los contenidos problemáticos. 

Los jóvenes deben pedir ayuda a un adulto si se ven afectados de manera negativa en redes sociales (casos de matonaje o acoso sexual). Limitar el uso de celulares, tablets y computadores al menos una hora antes de acostarse y durante toda la noche para asegurarse de dormir lo suficiente. No usar dispositivos durante las comidas. Priorizar las conexiones frente a frente, sin aparatos. Evitar entregar mucha información personal. 

Es importante que los padres sean el modelo: que no estén conectados al celular durante el almuerzo, por ejemplo.