04/11/2024
Se da por sentado que uno va a usar el motor de búsqueda Google cuando quiere averiguar algo.
Esto podría estar cambiando.
Varias herramientas de Inteligencia Artificial (IA) están intentando desplazar —o arrinconar— a Google. Es lo que Meta (la compañía matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp) está tratando de hacer con un curioso círculo azul (el asistente “inteligente” Meta AI) que se inmiscuye en sus productos. Si vemos una noticia sobre la fortuna de Salma Hayek, Meta AI sugerirá información sobre el crecimiento de la riqueza neta de Salma Hayek (de 15 millones de dólares hace veinte años a casi 500 millones de dólares ahora)… Algunas veces la información es correcta; otras, desvaría. La verdad es que son productos en desarrollo: no están terminados.
(El circulito azul de Meta AI no se puede desactivar. La única manera sería no aceptar las condiciones del servicio de la IA, lo que equivale a no activarlo nunca.)
Meta AI es un asistente inteligente que utiliza la versión 3.2 del modelo de lenguaje Llama. Está entrenado con información que llega sólo hasta diciembre de 2023, pero puede buscar en la Internet la más reciente (usa Bing o Google).
Meta AI intenta competir con los ya establecidos ChatGPT, Google Gemini y Microsoft Copilot. Cuando se tiene una duda, es bueno verificarla en una conversación con Perplexity, un buscador que usa distintas versiones de ChatGPT. Ellos se llaman a sí mismos “una alternativa sofisticada y fácil de usar de los motores de búsqueda tradicionales”.
Si uno no las toma demasiado en serio, pueden ser hasta entretenidas las conversaciones con una IA. Meta AI usa un lenguaje coloquial, con exclamaciones, tutea al interlocutor… (“¿Estás emocionado por el regreso de Alexis Sánchez?” Pero plantea equivocadamente que el jugador aún milita en el Inter de Milán.)
No son mejores los resultados de los buscadores tradicionales. “Google está empeorando, o al menos se está volviendo menos útil”, dice la científica de la información Jutta Haider de la Universidad de Boras (Suecia), quien coescribió el libro “Invisible Search and Online Search Engines” (2019). La citan en la crónica: “ Google es un monopolio. ¿Deberías usar otro motor de búsqueda?”, de Scientific American.
Para peor, el aumento del contenido generado por IA puede degradar aún más la calidad de los resultados de búsqueda.
Todos los informes destacan la escasa competencia para Google, que domina más del 90% de las búsquedas. Bing (de Microsoft) no llega al 5%. Dos buscadores menores, DuckDuckGo y Yahoo! Search (que aprovechan el índice de Bing), tienen un 2%.
Menos popular es Brave Search, que, como DuckDuckGo, destaca el respeto por la vida privada (no “trafican” los datos de los usuarios). Brave y DuckDuckGo ofrecen también navegadores —para computadores y celulares— que restringen los “trackers”. Algunos sitios se enojan y no funcionan; alegan que el uso de cookies es esencial para ellos.
“En el caso de muchas búsquedas, la diferencia entre Google y Bing, o incluso DuckDuckGo, ya no es tan grande”, afirmó Jutta Haider.
Como quiera que sea, la IA también se inmiscuye en los resultados de los buscadores tradicionales. Google a veces los destaca arriba con la estrellita de Gemini (y el texto: “visión general creada por IA”).
El mundo de las búsquedas está cambiando.