Una Conferencia de las Partes que deja muchas dudas

11/12/2023

Una Conferencia de las Partes que deja muchas dudas

  • Finaliza la cumbre sobre el cambio climático COP28 en Dubái. Se ha criticado que su presidente, Al Jaber, haya sido el CEO de la principal empresa petrolera de los Emiratos Árabes Unidos.  


MAÑANA, MARTES 12 DE DICIEMBRE, TERMINA LA CUMBRE DEL CLIMA COP28 (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). Más de 70 mil participantes se reunieron en Expo City Dubái. Entre ellos, jefes de Estado, altos funcionarios gubernamentales, jóvenes, académicos, expertos, líderes de la industria. 

La reunión se realizó en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), un país riquísimo gracias a la exportación de petróleo… Además, designaron como presidente de la COP28 a Al Jaber, CEO de la principal empresa petrolera emiratí, la estatal Adnoc (Abu Dhabi National Oil Company).  

Se ha hablado de un conflicto de intereses

Nueve días antes del inicio de la conferencia mundial sobre el cambio climático, en una entrevista en línea, Al Jaber le comentó a Mary Robinson (quien fuera presidenta de Irlanda y enviada especial de la ONU para el cambio climático): “Respeto la ciencia, estoy siendo objetivo, y no existe ninguna ciencia, ni ningún escenario, que diga que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es lo que va a lograr (restringir el calentamiento global a) 1,5 grados Celsius”. 

SE APROBÓ EL FONDO DE PÉRDIDAS Y DAÑOS 

En su primer día al frente de la COP28, un éxito de Al Jaber fue conseguir la aprobación por unanimidad de un fondo de “ pérdidas y daños” (en inglés, “ Loss and Damage”) que favorezca a los países más afectados por el cambio climático. El anuncio fue recibido con aplausos y vítores en Dubái.  

En Futuro 360, Alex Godoy, director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad del Desarrollo, le bajó el perfil al acuerdo: “Aunque pueda parecer positivo desde una perspectiva social, el impacto del Fondo de Pérdidas y Daños en términos de cambiar la dirección de las acciones es mínimo”. 

El acuerdo significa que los países ricos (grandes contaminadores) aportarán financiamiento (los compromisos iniciales ascienden a 430 millones de dólares) a las naciones pobres (las que menos contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero).  

La idea es apoyar a estos Estados vulnerables para que superen el impacto del cambio climático; ayudarlos a enfrentar la sequía, el aumento del nivel del mar, garantizar que la infraestructura vital se pueda reconstruir.  

También se intenta proteger a los ciudadanos de los estados amenazados por el cambio climático. Hace un mes, Australia anunció un plan (la Unión Falepili) que permitirá acoger a los habitantes de Tuvalu si deben escapar por la subida del nivel del mar.  

Tuvalu es un pequeño estado insular en el medio del Pacífico. Tiene 26 kilómetros cuadrados y menos de 12 mil habitantes. En su punto más alto no supera los 5 metros sobre el nivel del mar. Obtiene buena parte de sus ingresos por el arriendo del sufijo de su dominio web (“.tv”). 

Además de las facilidades de migración, la Unión Falepili exige que Tuvalu “acuerde mutuamente con Australia” cualquier pacto relacionado con la seguridad y la defensa. Esto incluiría vigilancia, protección fronteriza, ciberseguridad e infraestructura crítica. Se ha dicho que esto viola las obligaciones de buena fe de los Estados que firman acuerdos de movilidad climática con socios vulnerables, señaló Dalila Gharbaoui en The Conversation.  

En momentos en que termina el año más cálido de la historia, se ve poco avance en el tema más crítico de nuestro tiempo.

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