24/04/2020
EL 12 DE MARZO PASADO —cuando ya había quedado claro que se produciría una severa escasez de ventiladores mecánicos, que llevaría al secretismo, contrabando, encerronas y “mexicanas” (incluso en países aparentemente respetables)—, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) formó un equipo para desarrollar un ventilador barato, conocido como el “ventilador de emergencia” (E-Vent).
El MIT dejó el diseño disponible para la comunidad (“open source”). Se trataba de la resurrección de un proyecto antiguo que creaba un simple ventilador portátil por apenas 100 dólares (86 mil pesos). (El Gobierno chileno compró cerca de 800 aparatos y por cada uno pagó alrededor de 28 millones de pesos, según cifras entregadas por el Ministerio de Salud.)
En Chile no se hicieron esperar. Basándose en el diseño del MIT, equipos de la Universidad del Desarrollo y de la Universidad de Talca se pusieron a trabajar en un ventilador mecánico que funciona de manera modular.
La iniciativa busca fabricar un prototipo, diferente al que están desarrollando otros laboratorios y universidades del país, principalmente porque contempla un sistema tipo “Lego”, que significa que el modelo, que se divide en módulos, puede cambiarse sin alterar o requerir el cambio completo del equipo.
La carrera está desatada. Todos quieren ayudar. Los primeros en generar un prototipo fueron Patricio Nova y Sebastián Bongain, ingenieros civiles eléctricos de la Universidad de Santiago de Chile, y socios en Procid SpA, empresa que fabricó un ventilador mecánico portátil con engranajes impresos en 3D.
Entre 14 y 26 proyectos están intentando lograr prototipos viables de estos ventiladores. Parte de estos grupos se reunieron en la Coordinadora de Colaboración para Ventiladores Mecánicos (CooV), apoyada por Desafío Levantemos Chile. En vista de la necesidad de financiamiento para la producción en serie, la Sofofa, la CPC y la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA) han entregado su sustento.
Un ejemplo de ello se da en la Universidad Católica, que ya posee varios ventiladores fabricados. “Este equipo no está hecho con impresión 3D, sino que tiene piezas de acero inoxidable”, explicó el ingeniero Felipe Lechuga, quien adelantó que el prototipo lo están probando con el apoyo de especialistas del Hospital Clínico de la institución.
El prototipo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM) ya está en fase avanzada de pruebas de salud. “Este es un modelo basado en el respirador mecánico del MIT, y nosotros hemos desarrollado el sistema de control desde cero aquí en la Facultad”, explicó James McPhee, coordinador del proyecto y vicedecano de la FCFM.
Este proyecto cuenta también con la participación de profesionales de la salud de la Facultad de Medicina y del Hospital Clínico Universidad de Chile, a través de kinesiólogos y médicos, que están colaborando desde el inicio para ajustar el funcionamiento del ventilador a los parámetros de salud requeriCompartir esta noticia
