El amor en la era digital

12/10/2018

El amor en la era digital

  • Un estudio de TrenDigital (UC) estudia cómo la vida online está afectando a las relaciones sentimentales entre personas. Invitan a participar en la encuesta OnliveLove.cl. 

Lo opuesto al amor no es el odio, sino que la indiferencia, dice la revista “Psychology Today”, refiriéndose al fenómeno del “ghosting”, que sería algo así como la “desaparición”: tenías un amigo cercano, pero de repente no responde tus mensajes, no pone corazoncitos a tus fotos, no te envía mails. No se ríe con tus chistes…  

Es uno de los fenómenos que analizan Daniel Halpern y Sebastián Rueda, del centro de estudios TrenDigital (UC), en el Online Love Research Project, que intenta averiguar cómo la tecnología digital puede estar transformando las relaciones de pareja. 

La agencia MediaInteractive y TrenDigital invitaron a conocer los primeros resultados (552 encuestados) de OnlineLove.cl, “plataforma que reconoce el tipo de amante que eres”. 

 

SÓLIDOS, LÍQUIDOS Y GASEOSOS 

La encuesta —que demora menos de 15 minutos— permite identificar el tipo de persona que uno es (como esos tests de “Vanidades”) en cuanto a su relación de pareja y al uso de las redes sociales. 

Resultado: “Tu tipo de amante digital es sólido. Te sientes a gusto en situaciones de cercanía. Tus expectativas sobre el romance se centran en buscar relaciones cara a cara, físicas, usando lo digital sólo como accesorio”. 

Esta es la tipología:  

  • Sólidos: acostumbrados a tocarse, a mirarse a los ojos, a conversar en voz baja y tranquila. Para los sólidos, lo digital es apenas una ayuda. 

  • Líquidos: buscan utilizar lo mejor de lo digital para llevarlo al plano físico. Utilizan lo digital como una nueva forma de conquista. 

  • Gaseosos: llevan “su vida romántica en sus smartphones y en sus redes sociales”. Son capaces de “expresarse mejor en el mundo digital, dejando en segundo plano la vida en pareja cara a cara”. 

Estas tres disposiciones ante el uso de medios digitales para el desarrollo de la vida en pareja siguen una teoría del sociólogo polaco judío Zygmunt Bauman, apunta Deborah Moreno en “HoyxHoy”

El 21% de los menores de 24 años resultaron “gaseosos”. Entre los mayores de 50 años, el 25% son “sólidos”. Y, la gran mayoría —de toda edad— son “líquidos”. 

A todo esto, mientras más inmersos están en la “vida digital”, menos felices son en su relación de pareja: en los gaseosos, 40%; mientras que los sólidos, 89%. 

En cuanto a sexualidad, el 40% de los gaseosos prefiere coquetear por redes sociales. Entre los sólidos, 0%. Al 60% de los gaseosos el sólo pensar en enviarse mensajes y fotos provocativas (“sexting”) le aumenta el deseo sexual. Entre los sólidos, nada. “Un grupo no menor de amantes gaseosos reconoce excitarse más en la interacción sexual digital que en el encuentro cara a cara”, señalan los investigadores. 

 

PREGUNTAS MUY INTERESANTES 

En el caso de los gaseosos, el 44% mira el teléfono para evadir una pelea con su pareja. En los líquidos, el 15%. En los sólidos, el 0%. 

Cuando mi pareja me habla, a veces le contesto sin mirarla por estar con el teléfono: el 47% de los amantes gaseosos; el 29% de los líquidos; el 11% de los sólidos.  

El teléfono u otras actividades online (“¡hasta cuándo ves series!”) me impiden conversar más profundo con mi pareja: el 60% de los gaseosos; el 38% de los líquidos; el 33% de los sólidos. 

Los investigadores mencionan otro concepto novedoso. Le llaman “phubbing”, una mezcla entre “phone” y “snubbing” (hacer un desaire). Es la acción de ignorar la presencia del otro para prestar atención al smartphone. Para algunos amantes gaseosos, los dispositivos digitales no sólo generan conflictos, sino que permiten evadir otros. 

¿Qué hacer cuando se comienza una nueva relación? ¿Se debe borrar toda la experiencia online de la pareja anterior? El 43% de los gaseosos dice que sí; el 31% de los líquidos, y el 11 % de los sólidos. 

Algunas personas (gaseosas) les exigen a sus parejas no ver a sus “ex” en “las redes sociales, pero ellos igual lo hacen”. 

La percepción de lo digital como un espacio que facilita la infidelidad también iría acompañada a una disposición a ser infiel, o a cambiarse con más facilidad de una relación a otra, una especie de “noción desechable” de los vínculos amorosos, dicen los investigadores. Algunos amantes gaseosos utilizarían lo digital para mantener opciones románticas, lo que se puede interpretar como una “infidelidad emocional”. 

“Queremos retratar un fenómeno; no estamos dando una opción normativa”, concluye Daniel Halpern en la UC; pero, al pasar, comenta: “El panorama no es alentador”. 


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