En el futuro, toda compañía será una compañía de inteligencia artificial, afirma en esta columna de opinión Marcelo Felman, Senior Software Engineer de Microsoft. Cada vez más empresas obtendrán beneficios a partir de la IA. 

HABLAR por teléfono con un robot, tomar un vehículo autónomo o tener nuestro propio asistente virtual eran cosas que hace pocos años parecían ciencia-ficción y hoy son realidad. Cada vez interactuamos más con sistemas basados en inteligencia artificial (IA), aunque a veces no lo percibimos. 

La premisa es simple: si tenemos datos del pasado, podemos usarlos para predecir el futuro. Los beneficios para los negocios son claros. Automatizar procesos permite reducir errores y mejorar la eficiencia: las máquinas no se equivocan, no se enferman y trabajan a un ritmo constante. Al mismo tiempo, las máquinas no tienen la habilidad para generar empatía, ayudarnos a elegir qué ropa nos queda mejor o ser creativas. 

Si bien no podemos inyectarle inteligencia artificial a todo, las aplicaciones que se le dan a estas tecnologías son tan variadas como uno pueda imaginarse. 

Una de las áreas de mayor adopción es la de visión por computador, que trata de entender de forma automática una imagen o video. Muchas tiendas utilizan visión por computador para determinar la edad y el sexo de sus compradores cuando ingresan al local, aprovechando sus cámaras de vigilancia. Muchos sitios web usan visión por computador para filtrar de inmediato contenido inapropiado que suben los usuarios. 

Productores agrícolas utilizan aplicaciones que toman fotografías de sus cultivos y logran identificar si están listos para ser cosechados. Estas imágenes pueden ser satelitales o fotografías cercanas. Algunos sistemas logran un nivel de precisión comparable al de un experto. 

En los últimos años se ha visto un avance importante en la interpretación del lenguaje humano. Es cada vez más usual intercambiar mensajes de texto con un chatbot, si tengo un problema o reclamo. Algunas empresas están automatizando las conversaciones telefónicas con agentes inteligentes, que tienen la habilidad de interpretar la voz humana, responder consultas y generar una respuesta. Es una aplicación de inteligencia artificial que traduce de voz a texto y, luego, otra aplicación interpreta ese texto. Generalmente, una tercera se encarga de sintetizar (“robotizar”) la respuesta.  

El crecimiento exponencial de los datos disponibles, la habilidad de procesarlos y el avance en las tecnologías han permitido que la inteligencia artificial tenga un papel cada vez más protagónico en los negocios. Todos conocemos las ventajas de la digitalización en los negocios, desde el más pequeño emprendimiento hasta la más grande de las corporaciones. Se dice que “toda compañía es una compañía de software” y, en esta línea, cada vez más empresas obtendrán beneficios de la inteligencia artificial. Mi predicción es que, en el futuro, toda compañía será una compañía de inteligencia artificial. 

Marcelo Felman 

Senior Software Engineer 

Microsoft